Violencia, ¿se puede curar o es parte de nuestra naturaleza?

La violencia se ha convertido en una palabra grosera y es una pena, porque es parte de nuestra naturaleza.

¿Cómo aprendemos a comportarnos violentamente? ¿Desde nuestros padres o de la sociedad en su conjunto? No, la violencia no es un misterio.

La violencia es un valor predeterminado y aparece desde que somos bebés.
Estadísticamente, los seres humanos más violentos son en realidad niños pequeños de dos años: golpean y muerden para explorar su entorno, expresar enojo y frustración y satisfacer sus impulsos momentáneos.

¡La paz es el misterio! … La paz es lo difícil, es algo que se aprende con esfuerzo e intención.

Quieres que te golpeen

Es importante dejar espacio a la violencia

¿Cómo sabemos cuál es el límite si no lo marcamos?

La violencia no es solo física o verbal, alguien puede hacer que otra persona se sienta angustiada e impotente al usar el poder de su estado y causar humillación cerca de otros o hacer que otro haga cosas que no queremos, en virtud de su autoridad.

Cada uno de nosotros tiene la capacidad para tal o cual violencia, por lo que es importante establecer límites lo antes posible cuando identificamos a alguien que cruza la frontera.

 

En la industria de las artes marciales

Este es el lugar ideal donde se puede acomodar la violencia y, por lo tanto, se puede enseñar y educar a niños, jóvenes y adultos a controlar las emociones, impartir límites y disciplina, lidiar con situaciones estresantes y un comportamiento adecuado en la sociedad.

En el entrenamiento de lucha surgen emociones negativas como: insultos, vergüenza, miedo, enojo, etc.
Durante el entrenamiento estamos en un lugar seguro para tratar y responder adecuadamente cuando surgen estos sentimientos.

Con las herramientas que aprendemos y practicamos en las artes marciales es posible abordar y resolver las cosas que surgieron en el camino terrestre y así superar y fortalecernos, evitando la violencia física.

Hulk-enojado

La educación no se trata solo de minimizar la violencia, sino también de saber cómo defenderse y decir tu verdad a las personas violentas que ponen a prueba los límites de los demás.

El objetivo no es enojarse hasta que explote (esto sucede en algún momento todos los días y generalmente con otras personas que son más débiles que ti), sino decir al principio antes de llegar a una explosión, y si la  otra parte no entiende, debe tomar medidas y mantenerse firme.

 

Una persona angustiada debido a las emociones

 

En conclusión,

A mi modo de ver, la violencia es parte integral del hombre y no hay necesidad de oponerse a este aspecto.

Si absorbemos y nos quedamos adentro y no sacamos la ira, eventualmente estallaremos, podría ser en casa, en el trabajo, en la cola del supermercado, en un atasco en la carretera o en cualquier otro lugar.

Se debe permitir que la violencia se desarrolle por el camino correcto y eficazmente, en el momento y lugar adecuados.

Cuando se libera la energía se puede ver con mayor claridad y realmente abordar la fuente del problema de donde proviene la emoción y así resolver el problema sin causar daño a ti mismo ni al resto.

 

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