Cada maestro capacita a diferentes tipos de personas. Algunos son «lobos» y otros son «ovejas», aunque la mayoría de alumnos están en el medio entre ambos.
Un verdadero maestro sabe quién es su alumno, cuál es su carácter y cuáles son sus cualidades. Un buen maestro entiende que a las ovejas se les da pasto y carne al lobo.
Pero en el entrenamiento, deben convivir juntos.
Un verdadero maestro entiende que debe proteger al alumno de:
1. él mismo
2. ilusiones que el alumno produce
3. los riesgos de la profesión
No hay nada más lamentable que un maestro que, para justificar su existencia, intenta empujar a los estudiantes más allá de sus posibilidades.
Un maestro en el mundo del combate no es un maestro durante el entrenamiento, de hecho es un facilitador mental, un facilitador técnico, un facilitador psicológico, un facilitador para todas las áreas de la vida del estudiante.
Debe saber orientar al alumno en caso de que se requiera una intervención experta, pero es él quien al final del día debe conocer a su alumno en todos sus aspectos en virtud del proceso formativo…
Cuando se trata de un estudiante que ha elegido una carrera competitiva (1 de cada 100)
Un docente debe explicar al alumno cuáles son sus habilidades, cuál es su potencial y más adelante saber guiarlo en base a la habilidad práctica que demuestre.
Un docente debe conocer el carácter y la personalidad del alumno, saber identificar cuál es su verdadero deseo en la práctica y no confiar en sus declaraciones. Hay una gran diferencia entre declaraciones y acciones, es natural y un maestro sabio sabe cómo proporcionar al alumno los desafíos adecuados de acuerdo con su voluntad, capacidad y disposición práctica.
Un maestro debe entender cuando el alumno no lo escucha, cuando el alumno «se sale del camino» por una razón u otra, cuando el alumno no está atento y conectado con el proceso de formación y cuando debe soltar al alumno aunque el estudiante declare su deseo de continuar.
Un alumno que no está atento y no cree al 100% en su maestro, no alcanzará su potencial y el maestro debe saber reconocer el proceso y entender que probablemente tenga que soltar al alumno para que encuentre su propio camino.
Un maestro debe entender que incluso si el alumno potencial puede ser campeón mundial, mañana puede levantarse y decidir que esto es todo, se acabó. Es parte de la profesión.
Cualquiera que conociera a los grandes maestros, sabía que cada uno de ellos tenía talentos únicos…
Cus D’Amato, sabía más allá de ser un increíble maestro técnico, ser un experto en todos los miedos de sus boxeadores.
Ángelo Dundee, fue un hombre que siempre encontró la comunicación entre él y sus boxeadores y siempre supo decir la palabra correcta en el momento adecuado.